Un lugar con una energía especial, atávica y primitiva. De toques de corneta y hogueras que llamaban a Juntas, de montes con entrañas de hierro, de minas y ferrerías, de fuego y de sudor. De trabajar siempre unidos por un bien común, para un objetivo plural. De amar la tierra que nos cobija, de cuidarla, de dejarla mejor para otros. Un lugar para descubrir lo más profundo de la cultura vasca, mucho más que una lengua, una forma colectiva de ser y de vivir.

En el Valle de Villaverde la actividad principal es la ganadería y la agricultura, así que si te das un paseo por esta localidad será fácil poder ver a sus pobladores llevar a cabo las tareas propias de un caserio de forma tradicional.

Una experiencia que nos trasalada a un estilo de vida y una relación con el tiempo que se ha perdido en gran parte del mundo. El extraordinario entrono rural y el esplendor de la naturaleza de Villaverde ofrece al visitante múltiples senderos que recorrer.

El Valle de Villaverde es un municipio con una especial idiosincrasia, ya que se encuentra situado al este de la región de Cantabria, a la que pertenece, pero fuera de sus límites territoriales, es decir, se trata de un enclave cántabro en la provincia de Vizcaya.

La playa de La Arena se extiende a lo largo de la costa de Muskiz y Zierbena y representa uno de los enclaves naturales más importantes de Enkarterri. Es la segunda en extensión de la costa de Bizkaia, con casi un kilómetro de largo.

Es perfecta para practicar deportes acuáticos, pasear por su arenal o el cercano paseo de Itsaslur y para descubrir los impresionantes cambios de marea: el paisaje cambia radicalmente cuando esta se retira y la playa gana terreno al mar. Tiene una amplia oferta en zonas de recreo y variedad de servicios.

Cuenta con un gran espacio verde sobre las dunas, donde hay asadores, mesas y bancos con sombrillas y juegos recreativos, que suponen un complemento ideal de la playa y hacen de ella un enclave privilegiado para el disfrute del ocio en todas las edades y no sólo en época estival.

En pocos lugares la naturaleza se manifiesta con tanto esplendor como en el Parque Natural de Armañón. Entre sus cumbres y bosques se extiende una maraña infinita de caminos y más de doscientas grutas.

Armañón es una de las joyas naturales de Enkarterri. El parque se extiende entre los municipios de Karrantza y Turtzioz y se caracteriza por sus paisajes kársticos, de gran riqueza ecológica. Gracias a estos macizos de piedra, Armañón goza de un microclima único que ha permitido que crezcan encinares y hayedos mediterráneos a muy pocos kilómetros del litorial cantábrico.

El parque es una exaltación de la naturaleza, con sus frondosos bosques y un laberinto infinito de simas, dolinas, torcas y cuevas.

Las Cuevas de Pozalagua son un monumento subterráneo natural. Ubicadas en el valle de Karrantza, esta cueva rocosa posee la mayor concentración de estalactitas excéntricas del mundo, una composición inusual que desafía la fuerza de la gravedad, creando una imagen natural cercana al arte de gran belleza.

Como si de un escenario mágico se tratase, el recorrido acaba en un mirador desde el que se puede contemplar el conjunto magnánimo de estalactitas en todo su esplendor.

Enkarterri es un destino ideal para los amantes del ciclismo. Sea cual sea el nivel o peletón, aficionados, amigos o en familia, esta comarca ofrece multitud de rutas aptas para todos.

La posibilidad de llegar a rincones desconocidos, rodar entre paisajes de inmensa belleza, la pureza de su aire y la buena condición de sus carreteras son algunos de los componentes por los que Enkarterri es considerado territorio 100% ciclista.